¿Por qué tenemos que comer consciente?

ALIMENTACIÓN CONSCIENTE:

 ¿porque tenemos que comer 

consciente? 

Cuando el hombre empieza su camino por la vida al nacer lo primero que hace es ponerse en contacto con el alimento,nos pusieron en el pecho de nuestras madre para mamar lo que nos conecta con un sentimiento de placer, de protección, de relajación, de amor incondicional, este fue el primer momento en el que el ser humano empieza a relacionar el alimento con las emociones, y mientras que vamos creciendo vamos conectando estos dos conceptos a la sociedad y sobre todo a los niños que le premiamos con chucherías, cuando hay cumpleaños se ponen dulces, como si quisiéramos recordar el dulzor de la leche materna y también usamos el dulce para sentirnos arropados en esos momentos difíciles.

 ¿Realmente esos alimentos dulces pueden dotarnos de más claridad para solucionar la lección que la vida nos esta dando en ese momento? 

No, si cuando un niño tiene una rabieta no se le ayuda a expresar en ese momento, si no que lo que se le hace es chantajearlo.

Desde pequeños la sociedad no nos ha enseñado a escucharnos a nosotros mismos, a nuestras emociones, al contrario a nuestro cuerpo emocional lo ignoramos, no lo alimentamos emocionalmente, ni lo purificamos… con el paso de los años vamos creando una fuerte armadura, un bloqueo de emociones no expresadas, ni honradas, ni depuradas que forman un volcán a punto de estallar y luego nos sorprendemos cuando de forma inconsciente intentamos apaciguar, apagar o evadirnos de aquello que nos hace sentirnos mal a base de alcohol, de azúcar, tabaco o de cualquier sustancia nociva, pero no debemos sentirnos culpables, la culpa es una carga que no nos permite la verdadera comprensión , mirarnos con el amor que necesitamos para sanar nuestras heridas presentes y pasadas y hacernos responsables de lo que nos sucede sin castigarnos o torturarnos por ello, esa comprensión y amor que tal vez no nos den o no nos dieron.

Todo esto tiene un origen, que es el origen de los apegos alimenticios, pero el apego no es únicamente emocional pues en muchos casos es una cuestión de carencia nutricional.

 

Nuestros distintos cuerpos:

Tenemos 4 cuerpos:

_ El cuerpo físico, que es el más denso de todos y podemos ver y tocar

_ El cuerpo mental que es de una vibración más sutil y rápida, es decir si pensamos en lugar nuestra mente ya se está trasladando allí, visualizando las imágenes de ese sitio y reproduciendo ya sea recuerdos pasados como creaciones futuras aunque no se encuentre allí físicamente en ese momento.

_ El cuerpo emocional, también de vibración más rápida y sutil que no podemos ver pero sí sentir.

Para sentirnos en total equilibrio estos cuerpos deben de estar equilibrados.

_ El cuerpo energético: es el nexo de unión entre los 3 cuerpos anteriores, físico, mental y emocional con el espiritual.

Una alimentación equilibrada puede tener dos orígenes: un origen físico y un origen energético.
 

Físico: Cuando la persona tiene un déficit de nutrientes que en muchos casos en lugar de proporcionarles a su cuerpo de forma sana lo hace de manera poco saludable, es el ejemplo de alguien que siente la necesidad de tomar patatas fritas porque tiene una falta de minerales que no ha compensado de forma adecuada, o cuando esa necesidad atiende a un déficit de proteínas va a querer comer alimentos procesados como embutidos o carbohidratos simples como bollería.

 Energético: cuando una persona desea cierto alimento capaz de generar por ejemplo calor, relajación, energía rápida, subida de glucosa. 

¿Por qué en los botellones se consumen cantidades exageradas de alcohol? ¿Por qué no se toma limonada, gaseosa…? porque quieren un cambio de energía.

Es importante saber escuchar la naturaleza de los mensajes que nuestro cuerpo nos está pidiendo, los tres cuerpos que tenemos físico, mental y emocional nos van a enviar mensajes distintos.

 Lo que necesito y lo que deseo no es lo mismo, que sería lo ideal que deseáramos lo que necesitáramos o al contrario, pero normalmente son conceptos que divergen totalmente, en esta sociedad de consumo que vivimos llena de ruidos, de competencias, de rapidez, de agresividad es difícil escuchar esa voz nuestra o ese susurro de equilibrar la sabiduría en cada momento porque nuestro ser no es tan solo ese cuerpo sólido que vemos delante del espejo, sino que poseemos otros cuerpos que al calibrar más rápidamente no percibimos tan densa y clara, nuestro cuerpo emocional y nuestro cuerpo mental también tienen necesidades y si no las compensamos con un nivel apropiado de vibración, lo que vamos a hacer es desear compensar con alimentos de naturaleza física, con comida. 

Esto produce todavía más conflictos en nuestro cuerpo físico, es muy fácil entenderlo, pero muy difícil aplicarlo a la vida diaria, es entonces cuando la unidad de armonía, equilibrio se desintegra en dos polos antagónicos y opuestos lo que necesito y deseo. 

Lo que necesito:

 

  ¿Tenemos que preguntarnos cómo nos sentimos débiles o con energía? ¿somos hiperactivos con necesidad de relajarnos o somos pasivos con necesidad de activarnos? ¿Tenemos frío o exceso de grasa (kilos de más)? 

¿Tenemos emociones fuertes o tenemos carencias estamos depresivos? ¿estamos anémicos?.

Tenemos que hacernos estas preguntas, a veces nos equivocamos y a veces acertamos, la diferencia entre equivocarse y acertar está entre el valor y el coraje que poseamos para poder aventurarnos en este camino de energía de constante cambio.

 Hay que proveer al cuerpo físico de sus necesidades alimenticias, pero de acuerdo con sus exigencias físicas de cada momento presupuesto y aunque no resulte muy difícil de entender es muy complejo de aplicar porque no todos los cuerpos físicos, emocional y mental están en equilibrio y tienen las mismas necesidades energéticas, por ejemplo, mientras que uno puede estar débil y sin energía otro puede ser que se encuentre tenso y rígido y con unas necesidades opuestas al primero. 

Una tipología muy común es ver a personas que tienen un físico muy débil pero al mismo tiempo que tenga cuerpo emocionales o mentales muy tensos o muy rígidos y con un exceso de energía bloqueada en el pasado, mientras el físico necesita muchas veces reforzarse, remineralizarse y nutrirse o por el caso contrario necesite abrirse y encontrarse o puede ser que el cuerpo físico tenga un exceso de peso mientras que el emocional desnutrido y aullando por alimento emocional, no podemos reforzar el cuerpo físico hasta que no empecemos un trabajo energético de abrir y curar el cuerpo mental y emocional. 

Mindfulness en la alimentación: 

Es muy importante cocinar de forma sensorial y atractiva, que nos cree bienestar ya que vamos a poder escuchar más de cerca todos los mensajes de nuestro cuerpo.

Estar presentes en el acto de comer sin distracciones como el móvil o la televisión, saboreando cada alimento y sintiendo las sensaciones que nos produce el acto de comer, percibiendo colores, estructuras, olores..

Masticar muy bien cada bocado, ya que la digestión comienza en la boca lo que permite no solo comer con mayor consciencia sino ayudarnos a una mejor digestión y absorción de los nutrientes.

Mayka Maldonado

Mayka Maldonado

Naturópata y coach en bienestar y calidad de vida especializada en alimentación saludable: higiene alimentaria, dietas y planes alimenticios, ayunos, alimentación energética o macrobiótica, nutrición ortomolecular y adicción a la comida.

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